El origen del papel moneda
EL ORIGEN DEL PAPEL MONEDA
Los
primeros billetes de la historia se emitieron en China hacia el siglo VII. Sin
embargo, el ejemplar más antiguo que ha llegado hasta nosotros circuló durante
la dinastía Ming, en el siglo XIV.
En el año 221 a.C. las monedas
chinas eran redondas con un agujero en medio. Antes habían tenido formas de
herramienta o utensilios, como azadas.
L
|
a
tradición monetaria china se remonta al siglo VII o VI a.C., y, junto con Lidia e India, se
considera uno de los tres lugares donde se inventó la moneda, cada uno de ellos
independientemente del resto. Estas primeras acuñaciones fueron fabricadas en
bronce y tenían forma de las herramientas o utensilios que se utilizaban como
medio de intercambio en una etapa anterior premonetal. Así, se conocen monedas
que recuerdan en su forma a una azada o un cuchillo. Hacia el 221 a. C, las
monedas chinas adoptaron la forma circular con un agujero central, que permitía
engarzarlas en ristras o sartas de mil piezas, denominadas wen. Esta tipología
se mantuvo hasta mediados del siglo XIX, cuando se adoptaron diseños más
occidentales.
El
papel moneda habría aparecido en China durante el siglo VII, pero su uso no
sería oficial hasta principios del IX. En el año 811, el Gobierno de la
dinastía Tang (618- 907) ya emitía unos certificados de papel moneda para uso
propio, con el fin de disminuir los gastos de transporte. A finales del siglo X
o principios del Xi, tras la reunificación del Imperio, la dinastía Song (960-
1279) produjo las primeras emisiones de billetes como tales, cuyo fin era la
realización de transacciones de carácter privado. Algunos autores estiman que
el primer dinero en papel fue impreso en el año 1034 en Chengdu (provincia de
Sichuan) bajo el reinado del emperador Renzong (r. 1010- 1063); en cualquier
caso, se considera que la dinastía Song fue la primera en utilizar el papel
moneda.
Los
billetes de la dinastía Ming
Tras la expulsión de los mogoles- conocidos como dinastía Yuan (1279-
1368)-, gracias a una guerra civil entre sus príncipes y a revueltas populares
en el sur del país, llegó al trono de China Zhu Yuanzhang, quien se había
convertido en líder de la rebelión. Entronizado como el emperador Hongwu (r.
1368- 1398), fundó la dinastía Ming, que perduró hasta 1644. Hongwu impulsó una
serie de reformas administrativas y se implicó en la recuperación económica del
país, con el desarrollo tecnológico, de las artes, la literatura, la porcelana,
y la finalización de la Gran Muralla. Una de sus primeras medidas fue
reinstaurar en 1368 la fabricación de moneda de bronce; sin embargo, no pudo
mantener un abastecimiento monetario constante por la falta de metal. En este contexto,
en 1375 aparecieron los primeros billetes que han llegado hasta nuestros días.
Los ejemplares que conocemos llevan en la parte superior una inscripción en la
que se lee <<Da Ming tongxing baochao>> (<<billete de curso
legal del tesoro del gran Ming>>), de ahí que estos billetes a menudo
sean denominados baochao, término que combina el concepto de
<<tesoro>> (bao) con el de <<papel moneda>> (chao).
Debajo de esta fórmula figuran dos caracteres que
especifican su valor. Aunque la mayoría de los que han llegado hasta nuestros
días tienen un valor de 1 guan, es
decir mil monedas, los billetes de la dinastía Ming se emitieron en varias
denominaciones, con valores de 100, 2000, 300, 400 y 500 wen. Posteriormente, aparecieron valores menores de 10, 20, 30, 40,
y 50 wen. En los billetes 1 guan, o <<una sarta>>, las
mil monedas que la forman aparecen representadas en la parte inferior en diez
grupos de cien piezas cada uno. En la parte inferior de los billetes, en
columnas que se leen de derecha a izquierda, figuraba un largo texto que
explicaba las instrucciones para su uso, así como el castigo para los
falsificadores, que eran ejecutados. Los delatadores recibirían una recompensa
en monedas de plata y todas las propiedades de los delincuentes. El texto terminaba
con la fecha del reinado de Hongwu.
![]() |
Billete chino de 1 guan, impreso en papel
de morera a finales del siglo
XIV.
|
A los mercaderes occidentales que comerciaban con China, este tipo de dinero
les resultaba absolutamente ajeno a su mentalidad monetaria. Marco Polo (1254-
1324) dejó constancia de su asombro ante el papel moneda y, poco tiempo
después, un comerciante florentino, Francesco Pegolotti (1290- 1347), en su Practica dela mercatura, una obra
concebida como guía del comercio internacional en el siglo XIV, cuenta que para
poder comerciar los mercaderes italianos debían cambiar su plata por billetes
al llegar a la frontera china. El papel moneda circuló durante todo el periodo
Ming, pero pronto se vio devaluado por la inflación monetaria. Como no existía
un abastecimiento regular de moneda, los billetes se vieron afectados por las
falsificaciones y otros problemas, que hicieron que la población perdiera la
confianza en su uso. De este modo, la plata aumentó su importancia como patrón monetario,
aunque como el Estado no la acuñaba, los intercambios se realizaban por medio
de lingotes al peso. Hubo que esperar hasta la década de 1850 para que el
Gobierno chino se atreviera a volver a emitir papel moneda en el país.
Marco Polo y los billetes
Las primera noticias del papel moneda llegan a Europa de la mano del viajero italiano Marco Polo, que quedó asombrado al ver que Kublai Kan (r. 1260-1271) fabricaba dinero de papel. Para la mentalidad europea, resultaba increíble que se usara como medio de intercambio un objeto que no tenía valor intrínseco, de modo que comparó al emperador con un alquimista, pues hacía funcionar como moneda de oro un mero papel estampillado. También admiró la gran autoridad del kan que con u sola firma conseguía que ese papel fuera aceptado como medio de pago en todo su Imperio.
Las primera noticias del papel moneda llegan a Europa de la mano del viajero italiano Marco Polo, que quedó asombrado al ver que Kublai Kan (r. 1260-1271) fabricaba dinero de papel. Para la mentalidad europea, resultaba increíble que se usara como medio de intercambio un objeto que no tenía valor intrínseco, de modo que comparó al emperador con un alquimista, pues hacía funcionar como moneda de oro un mero papel estampillado. También admiró la gran autoridad del kan que con u sola firma conseguía que ese papel fuera aceptado como medio de pago en todo su Imperio.
A Marco Polo le sorprendió que los chinos dieran valor
a unos billetes de papel. En la imagen, el viajero italiano en la corte de Kublai
Kan (iluminación de 1375).
¿De qué estaban hechos los billetes?
los primeros
billetes chinos estaban fabricados en un papel realizado con fibras de la
corteza de morera, cuyo cultivo estaba muy extendido en el país, ya que sus
hojas eran un buen alimento para los gusanos de seda. Este papel tiene un color
muy oscuro, casi negro, y un tacto suave. Después se cortaba en forma de
tarjetas de distintos tamaños, que iban en relación con el valor que
representaban; a mayor tamaño, mayor valor; una costumbre que ha pervivido
hasta nuestros días.
Comentarios
Publicar un comentario